Hoy viajamos hasta Kovalam de la mano de nuestro amigo Ajin.
Allí llegamos huyendo del ruido y de la contaminación de Thiruvananthapuram (Trivandrum para los amigos o para los que no nos atrevemos con tanta letra), la capital de Kerala.
Para situarnos, Kerala es un estado en el suroeste de India, y no me entrentendré en halagos por esta vez, porque ya lo hice con creces en nuestra crónica del viaje, cuando andábamos por allí. Uno de nuestros lugares preferidos de India.
Mientras hoy comienza la jornada reducida en los colegios para los niños españoles, es el comienzo de curso para los niños de Kerala, que vuelven a las aulas después de los meses de vacaciones.
Unos 400.000 niños comienzan el curso en uno de los estados más poblados de la India, pero también con el mayor índice de alfabetización.
Las diferencias que encontremos entre los niños de cada país pueden ser tantas como las similitudes, al fin y al cabo, no dejan de ser niños! Sin embargo, algo que siempre me sorprende mucho de India es la cantidad de gente que encuentras en cualquier sitio, y tantos niños; máxime si lo comparamos con España o Japón.
Aunque hoy queremos darle protagonismo a los niños de la escuela de Kovalam, y especialmente a los niños sin recursos que van a la escuela con la ayuda desinteresada de personas como Ajin. Por eso hoy va el homenaje para ellos y para Ajin y Neethu, que pronto tendrán a su primer hijo y será otro niño más en la escuela de Kovalam.
Y para comer un thali servido en hoja de banana y que se come con las manos.
Nuestro querido amigo Aoki san, conocedor de nuestra pasión por la cocina japonesa nos llevó a conocer a Hirata san.
Hirata san regentaba un pequeño restaurante de soba en el pequeño pueblo de Kotanbethu, en la isla de Hokkaido, al norte de Japón.
Hoy sabemos que ha cerrado hace unos meses por un problema de salud y deseamos profundamente que se recupere pronto.
La historia de Hirata san es inspiradora. Dejó su antiguo trabajo para hacer realidad su sueño, tener su propio restaurante de fideos soba. Para ello se formó durante 10 años en el arte de cocinar para perfeccionar sus fideos.
Fue una maravilla ver todo el porceso de preparación, con su técnica refinada y el afán por el trabajo bien hecho.
Así se hacen unos auténticos fideos soba japoneses, hechos con pasión.
"Aquel que se dedica a lo que ama, está condenado al éxito". Y es el caso de Hirata san.
El resultado no puede ser más delicioso. En esta ocasión, los tomamos fríos, y se mojan en una salsa llamada soba-tsuyu, a base de soja, mirin y dashi.
Puede parecer exagerado cuando comentamos que en Japón apenas hay papeleras, pero es así. ¿Cómo es posible un país tan limpio sin papeleras? Porque todas las personas colaboran por conservar el bien común en las mejores condiciones.
Si generas basura, la guardas cuidadosamente en tu bolso, mochila o cartera y cuando llegas a casa la reciclas convenientemente.
Con suerte, puedes encontrarte con una tienda de conveniencia (Seven Eleven, Family Markt, Lawson, News Days, etc) donde tienen pequeños contenedores a la salida o en el interior de la tienda para deshacerte de tu basura.
Y como muestra de lo que contamos, un botón.
Lugar: Omotesando, uno de los barrios comerciales más concurridos de Tokio.
Día: domingo, 12 de junio de 2012. Notar que en Japón los domingos también abren las tiendas.
Vemos un grupo bastante grande de personas reunidas junto al centro comercial Plaza. Pensamos que se trata de una manifestación. ¿Por qué protestarán? Al terminar de hablar el "líder" la gente se dispersa en varias direcciones.
Llevan una banda amarilla distintiva, equipados con unas largas pinzas y bolsa de plástico.
Empiezan a actuar y nos quedamos asombrados.
Recuerdo perfectamente que comentamos: "¿te imaginas quedar un domingo por la mañana con los vecinos para ir a limpiar las calles del barrio?".
Y es que una de las cualidades dignas de aprender de los japoneses, es el cuidado por el bien común, el trabajar todos juntos por cuidar y mantener tu país, tu ciudad o incluso tu vecindario en buenas condiciones.
Aunque quisiese ser imparcial, me resultaría imposible, porque solo nombrar la palabra India, me evoca un sinfín de recuerdos, sensaciones, aprendizaje y emociones que difícilmente se pueden borrar de la memoria caché de mi cerebro.
Por eso esta vez, no describiré India a través de mi selección de momentos o lugares, sino a través del diseño de este precioso bolso, que cuando lo vi me enamoró, porque resume una parte esos recuerdos de India. Es un diseño fresco, alegre, colorido, es India.
1. Bollywood
Es la industria cinematográfica más grande del mundo, atendiendo al número de trabajadores y al número de películas que se producen cada año. Y prueba de ello es que si pasas en Mumbai un par de días es casi imposible que no te ofrezcan participar en una película como actor extra a cambio de una pequeña compensación económica, comida y transporte. A nosotros nos lo ofrecieron en varias ocasiones, pero preferimos gastar nuestro tiempo conociendo la ciudad.
2. Palacio de Mysore
Es uno de los palacios de mayor envergadura de India, y uno de los más visitados, con permiso del Taj Mahal. Se encuentra en la ciudad de Mysore, en el estado de Karnataka, al sur de India. Se pueden visitar varios palacios en la ciudad, pero el palacio real de los maharajás de Mysore es el más destacado. Especialmente bonito cuando se ilumina de noche.
3. Namaste
Palabra en sánscrito que se utiliza como saludo de cortesía y respeto en India.
Yo honro el lugar dentro de ti, donde el universo entero reside. Yo honro el lugar dentro de ti, de amor y luz, de verdad y paz. Yo honro el lugar dentro de ti, donde cuando tú estás en ese punto tuyo, y yo estoy en ese punto mío, solo somos uno.”
4. Taj Mahal y Qutub Minar
Ambos declarados Patrimonio de la humanidad de la Unesco. Aunque el primero es más conocido, por ser una de las siete maravillas del mundo, Qutub Minar también tiene el reconocimiento de ser el minarete más alto del mundo con 72,5 m de altura; destacada representación del arte indomusulmán.
5. Goa
El estado más pequeño de India. Con sus playas, su estilo hippie, sus reminiscencias de la cultura portuguesa, la religión católica, tan diferente y tan encantador. Lugar elegido por turistas y ciudadanos indios descansar o pasarlo de fiesta.
6. Té negro de Assam y Darjeeling
India es uno de los mayores productores del mundo de té negro y la mayoría provienen de los estados de Assam y Bengala (de donde es Darjeeling). El famoso chai, consumido a todas horas y todos los lugares posibles del país, con su sabor único. Otro imperdible de India, que incluso cautiva a los amantes del café como nosotros.
7. Pavo real
El pavo real es el pájaro nacional del país y representa la elegancia, alegría, belleza y el amor.
8. Origen del yoga
Aunque hay teorías que mantienen que el yoga se practicaba desde hace mucho tiempo en otras culturas como la africana, americana o australiana, India es uno de los países donde más se practica. La población de Rishikesh es conocida como la capital mundial del yoga, puesta de moda por los Beatles y con las aguas del río Ganges aún casi cristalinas, es lugar de retiro idóneo para los amantes de esta práctica.
9. Idli, dosa, sambhar, vada
La comida india es deliciosa por su mezcla de especias y sabores, y la del sur, espectacular. Idli, dosa, vada, se pueden tomar en el desayuno, también en la comida o cena, untados en el sambhar, un caldo a base de verduras y lentejas. El vada con forma de rosquilla, el idli redondo, y la dosa en forma de triángulo o alargada que puede recordar a un crepe.
10. Nacimiento del número cero
Cero significa en sánscrito vacío. El matemático y astrónomo Brahmagupta es posiblemente la primera persona que habla de él, y por ello se le considera su originario. Y es que la cultura india, cuenta con algunos grandes astrónomos en su historia, y se pueden visitar varios observatorios astronómicos en el país, como el de Jantar Mantar, en Jaipur.
10. Kerala, God's own country
La exuberante vegetación de esta región hace que un paseo en barca por los backwaters (red de canales, lagos y ríos), remansos de agua en los que navegar observando la fauna y flora, sea una de las experiencias más inolvidables del sur de India.
Sus propios habitantes le llaman "God's own country" que significa algo así como el propio país de dios. Y no es para menos, porque en muchos rincones pareces estar en el paraíso.
12. Howrah bridge
El puente de Howrah, en Calcuta. Impresiona por sus dimensiones, y también por la cantidad de personas que lo cruzan transportando
enormes fardos a sus espaldas o empujando carromatos que te trasladan a otros tiempos, entre una mezcla de tristeza y admiración. Es uno de los
puentes más transitados del mundo.
13. Lugar de nacimiento del sánscrito y del ayúrveda
El ayúrveda es un sistema de medicina tradicional muy antiguo, cada vez más conocido en occidente que a diferencia del sistema occidental, considera al ser humano como una unidad de cuerpo, mente y espíritu y como tal aplica su diagnóstico y tratamiento ante una enfermedad. Kerala es uno de los estados de India donde más se practica el ayúrveda y donde se ofrecen gran variedad de tratamientos basados en este sistema medicinal.
14. Kashmir, el cielo en la tierra
Como dicen los habitantes de este estado, Kashmir es como la Suiza India. Parece increíble que un mismo país albergue tantas diferencias climatológicas y que mientras en el sur estés pasando calor durante todo el año, en el norte pases temporadas invernales. Cuando llega la primavera, todo florece y deja estampas preciosas de campos llenos flores.
15. Elefante y Vanda Mataram
Vanda mataram es el himno oficial de India y el elefante, es un animal venerado y respetado en India. El dios Ganesha con cabeza de elefante y cuerpo de hombre, es adorado en la religión hindú. En la zona del Rajastán es habitual ver hermosos elefantes pintados, a pesar de que en muchas ocasiones, sea para llevar a turistas a sus lomos, olvidándonos del respeto a este animal.
16. Bodas indias
Todo un espectáculo de color y ruido. No pasará desapercibida si te cruzas una de estas celebraciones en el país, y casi con seguridad,
alguno de los invitados te pedirá que te unas a la fiesta y bailes con ellos. Increíble el derroche de alegría y energía que se contagia.
17. Unidad en la diversidad
Mezcla maravillosa de religiones, costumbres y tradiciones, que te enseñan que en la diversidad se encuentra el enriquecimiento cultural y espiritual.
Kappabashi es el paraíso de los amantes de la cocina. No porque allí se venda comida, sino porque puedes encontrar cualquier utensilio para cocinarla, o montar tu restaurante, tu izakaya o simplemente comprarte un llavero con tu plato favorito de recuerdo.
Se puede llegar caminando desde el barrio de Asakusa, en el centro de Tokio. Puedes adivinar que estás en el buen camino si a lo lejos vislumbras a este cocinero. O también pueden guiarte las numerosas representaciones del ser mitológico kappa (mezcla entre rana y tortuga), que se ha adoptado como mascota del barrio.
Hay una calle principal llamada Kappabashi dori, con porches a los dos lados que resultan muy convenientes por si llueve. Las calles que cruzan también mantienen la temática, siendo un total de unas 170 tiendas.
Cada tienda se especializa en un tipo de productos. Puedes encontrar la tienda de cuchillos, la de moldes para galletas, la de máquinas expendedoras de tickets, la de palillos, la de las cortinas, la de los delantales, etc etc. Todas resultan tan particulares y sorprendentes, que puedes pasar allí horas.
De entre todas, destacan aquellas que venden réplicas de platos de comida (fake food), que se usan en la entrada o escaparate de los restaurantes para mostrar a los clientes el menú que ofrecen.
Y desde luego es un buen negocio, porque en la mayoría de los restaurantes o incluso en tiendas donde venden algún alimento, encuentras su réplica en plástico para saber qué es lo que te vas a encontrar a comerlo. Aquí algunos ejemplos de un restaurante español de Ginza, una muestra de bollos chinos con sus diferentes rellenos en Yokohama o los diferentes menús para elegir en un restaurante de Tokio.
Y no podíamos quedarnos sin algunas de estas preciosidades de recuerdo. Algunas las venden como llaveros, colgantes para el móvil o como imanes para la nevera.
Éstos fueron los que nos regalaron nuestros amigos japoneses. El sushi y el okonomikayi posaron como modelos en el Salar de Uyuni (Bolivia).