De una manera casi inesperada, mi vi embarcada en un viaje a Seúl para asistir a una feria internacional por trabajo.
Pocos eran mis conocimientos previos sobre este país y poca la información que pude recopilar. El mismo día que yo volaba a Seúl, Alex lo hacía a Kuala Lumpur para trabajar en un restaurante de sushi. Demasiadas emociones juntas para entretenerme en investigar qué iba a encontrar en la capital de Corea del Sur.
A pesar de algunas semejanzas con sus países vecinos, me sorprendieron algunos elementos únicos de esta ciudad. No me gustaban las listas del tipo "12 cosas que..., 10 lugares que visitar...", sin embargo me he dado cuenta que como lectora, me gusta saber cuántos puntos me quedan por descubrir mientras leo, así que esta mi selección de 10 cosas curiosas que me sorprendieron de Seúl.
En los cruces de grandes avenidas de la capital surcoreana puedes encontrar unas sombrillas gigantes para protegerte de sol. Es de agradecer, especialmente en los meses de calor cuando quedas atrapado en medio de un cruce bajo el sol abrasador del mediodía.
En la mayoría de las estaciones de metro, me encontraba estos armarios llenos de máscaras de gas, para su uso ante un posible accidente. Lejos de calmarme, esa visión me causaba cierta intranquilidad. Nunca tuve tan presente un posible escape de gas de una estación de metro.
Quedé extrañada cuando usaba google maps para buscar una ruta entre dos lugares de interés. Siempre los resultados obtenidos eran rutas en transporte público o coche, pero al tratar de obtener la ruta a pie me ponía que no estaba disponible. Al principio pensé que sería un problema de mi móvil. Pero después de varias búsquedas y de obtener resultados absurdos, encontré la explicación en Google. El gobierno de Corea del Sur no permite que Google maps muestre itinerarios a pie, por seguridad.
Acostumbrada a consultarlo constantemente esto dificulta moverte por Seúl sin una ruta planificada.
El domingo que estuve allí, coincidí con un par de manifestaciones.
En primer lugar me sorprendió el dispositivo policial desplegado. Cuando me acerqué a ver por qué se manifestaban me enteré que la mayoría eran ciudadanos camboyanos que exigían ante la embajada de Japón en Seúl la reincorporación de sus políticos para participar en las elecciones nacionales de Camboya. Hasta aquí, nada muy extraño.
Un poco más adelante, me topé con otra manifestación, esta más reducida. Nuevamente mi curiosidad me pude y me acerqué para enterarme qué era lo que proclamaban esos carteles. Se trataba de un reducido grupo de personas que estaban en contra del consumo de carne de perro. Así que no es un mito, en Corea del sur se come carne de perro.
Esto fue una de las cosas que más me sorprendió.
El último día en Seúl, quedé con Kim, una chica surcoreana que conocí en Mc Leod (India), hace 4 años. Tenía muchas ganas de reencontrarme con ella y saber qué había sido de su vida en estos 4 años, porque cuando nos conocimos, ella y su marido estaban terminando su viaje de luna de miel. Llevaban casi un año viajando por el mundo y nosotros a penas lo acabábamos de comenzar y siguiendo una ruta en dirección contraria a la suya. ¿Qué había sido de ellos en estos cuatro años?
Pues bien, cuando quise adivinar que ahora tenía 33 años, ella me dijo: "34, ah bueno, la edad internacional es 33". Me explicó que en Corea (desconozco si también en Corea del Norte), cuando naces ya tienes 1 año, por lo que en Corea tenía 34 años y en España, 33.
Uno de los aspectos que menos me gustó de Seúl fue la obsesión que tienen por la apariencia física. En ocasiones me sentí incluso intimidada bajo las miradas inquisidoras de muchos coreanos, que parecían analizar si lo que veían era adecuado o no a sus cánones de belleza.
Esta obsesión por la belleza afecta tanto al género masculino como al femenino.
En su afán por cumplir con los estereotipos de lo que ellos consideran "adecuado o bello", acababa viendo a todos los chicos con los mismos cortes de pelo, las mismas gafas redondas, el mismo tipo de ropa.
Particularmente a mí no me gusta esta estética, pero parece ser que ellos prefieren sentir que cumplen con los requisitos del buen coreano.
La misma actitud se repetía con las chicas.
El rulo enrollado en el flequillo debe ser otro de los elementos estéticos admitidos, porque fueron varias las chicas que vi en el metro con el rulo en la cabeza.
Sin embargo, esas caras de porcelana tan habituales entre los idols coreanos, no es lo habitual entre los coreanos. Ni siquiera vi rostros especialmente relucientes, y menos de manera natural. Como curiosidad, hay muchos coreanos son bastante grandes, en lo alto y en lo ancho, comparados con sus vecinos japoneses.
De verdad que esto fue una de las cosas que más me incomodó y que peor impresión me han dejado de su gente. Esto, sus caras tremendamente serias.
Las ajummas son mujeres coreanas de mediana edad, que también pueden reconocerse por su estética, aunque esta poco tiene que ver con la de los jóvenes. Suelen llevar ropa de colores llamativos, a menudo tipo deportiva, pelo con permanente y gorra o visera. También se caracterizan por abrirse paso como cualquiera entre aglomeraciones a codazos si es necesario y hablando alto. Como experiencia personal, recibí algún codazo, a veces innecesario, cuando me crucé con alguna de ellas.
Esta puede que solo sea una apreciación mía, pero recuerdo que meses antes cuando viajamos a Laos, vimos bastantes turistas coreanos. Yo aún no los reconocía ni físicamente ni al hablar (ahora no tendría duda :) ), pero Alex sí. Y siempre los veíamos de 3 en 3.
Al llegar a Seúl también comprobé que esta teoría se seguía cumpliendo en muchos casos. Kim no me lo pudo corroborar, pero por alguna razón, los coreanos van en pack de tres :)
Paseando por Seúl, me encontré con esta representación de un arte marcial coreano que parecía una mezcla entre capoeira y taekwondo. En este caso, se enfrentaba un extranjero a un coreano, y aunque parecía que el primero dominaba, finalmente ganó el autóctono.
Y por último, un lugar que me encantó de Seúl, y que también me topé de casualidad , fue la Biblioteca Starfield dentro del mismo centro comercial donde se celebraba la feria a la que asistí. en la que podías sentarte y leer con tranquilidad. Me parecieron preciosas esas columnas repletas de libros, 50000 en total, de acceso público y gratuito.
En la cadena Dmax llevan un tiempo emitiendo el programa Control de Aduanas, en el que cuentan historias reales que se viven día a día en aeropuertos y cruces de frontera de Estados Unidos, Canadá, España y recientemente, Nueva Zelanda.
Me gusta verlo porque me resulta interesante por el tema de las importaciones y por las situaciones, a veces surrealistas, que se dan. Podrías llegar a pensar que son exageradas o incluso que no son reales, pero nos tocó vivir algunas de ellas, y si sirven para prevenir que le ocurra a alguien más, mejor que mejor.
Este es el ránking de nuestras situaciones absurdas en los cruces de frontera:
5. Control de aduanas Malasia
Volaba desde Kuala Lumpur a Japón, con Air Asia.
Este aeropuerto es enorme, ya que desde allí operan los vuelos de la compañía Air Asia. Recientemente más conocido porque fue donde asesinaron al hermanastro de Kim Jong-un en febrero.
Iba absorta mirando a las personas con las que me cruzaba, las tiendas y cuando llegué al control de inmigración no podía creer cuantísima gente había allí. Me empecé a poner nerviosa por si no llegaba a tiempo. Observé que las personas alrededor llevaban poco equipaje, y yo seguía con mis dos mochilas, una a la espalda y otra por delante. Había pasado todos los controles de manera rutinaria. Pasé inmigración y en el último control, al pasar mi equipaje por el escáner me preguntó el agente qué era un bote que me señalaba.
Le dije que era pasta tailandesa Tom Yum para mi amiga japonesa porque en su ciudad no la encontraba. Me permití hasta darle los detalles, fruto de la ignorancia de la situación. Me dejó pasar, y entonces me di cuenta que ya estaba en la zona de embarque sin haber facturado mi equipaje. Llevaba en la mochila varios productos líquidos como gel y champú y nadie lo había notado.
Me dirigí preocupada a una agente de policía y con ella, a hablar con los tripulantes de Air Asia y me dijeron que no pasaba nada. Pienso que al viajar sola y ver mi cara de preocupación se apiadaron de mí.
Consejo: muy atentos en los aeropuertos muy transitados. En mi billete de avión se aconsejaba estar 3 horas antes en el aeropuerto, y teniendo en cuenta las distancias y la masificación en inmigración, realmente son necesarias esas 3 horas.
4. Control de aduanas Australia
Aeropuerto de Sidney.
A la vuelta de Nueva Zelanda, hacíamos escala en Sidney para volar después a China. Fue el peor vuelo que hemos tenido en toda nuestra vida. Coincidió con la mayor tormenta en 30 años en Australia y durante el vuelo, cayó un rayo en el ala de un avión y se vio una bola de fuego. Así que llegamos al aeropuerto con la cabeza en otros pensamientos y dando gracias por seguir vivos.
Entonces me di cuenta que teníamos unas manzanas y como no me gusta tirar la comida, le pregunté a la agente de aduanas si podía comerme una allí. Era peruana y estuvimos charlando con ella y su compañero sobre la experiencia del avión. Nos dijo que el aeropuerto había estado cerrado y que tuvimos mucha suerte. Terminé mi manzana y todo correcto. Bienvenidos a Australia.
Consejo: No llevar alimentos frescos. El personal suele ser muy amable. Incluso en inmigración una policía que nos preguntó a dónde íbamos, broméo con nosotros cuando le dijimos que solo hacíamos escala y nos dijo que si no nos gustaba su país.
3. Control de aduanas Chile
Llegábamos por tierra procedentes de Bolivia. Desde el paso fronterizo Hito Cajón en Bolivia, a 4480 m de altitud, al Complejo fronterizo de San Pedro de Atacama en Chile.
Al igual que Nueva Zelanda, Chile tiene un férreo control en cuanto a la comida y productos derivados de animales que se introduce en su país, para preservar su fauna y flora y no alterarla con especies foráneas.
En el paso fronterizo de San Pedro de Atacama se realiza un control migratorio, aduanero y fitosanitario.
Nos pusieron a todos en fila, y una agente sanitario nos iba revisando a cada uno. Confiscaron semillas de chía, colgantes de alguna semilla boliviana, etc. En nuestro caso, llevábamos fruta y esta vez sí que tuve que tirarla, antes de entrar en la oficina de control. Todo correcto, bienvenidos a Chile.
Consejo: nada de recuerdos de colgantes de semillas, o amuletos de origen animal y mucho menos comida fresca. Si te ocurre como a nosotros y llegas al control con la comida porque no nos dio tiempo a comerla durante el trayecto, deshazte de ella antes de entrar en la oficina de control. Tienen una basura fuera.
Como curiosidad, la siguiente frontera que cruzamos fue el Paso de Jama entre Chile y Argentina que está a 4200m y dispone de enfermería para atender a las personas que se desmayan por falta de oxígeno.
2. Control de aduanas Nueva Zelanda
Aeropuerto de Christchurch (Nueva Zelanda).
Llegada a la isla sur de Nueva Zelanda procedentes de Filipinas.
Íbamos advertidos de lo estrictos que son en este país en aduanas, ¿o debería llamarlo ahora continente de Zelandia? , en cuanto al control biosanitario para evitar que se altere su ecosistema.
Desde la llegada, puedes ver carteles publicitarios que te advierten de las multas por no cumplir las normas, y traer comida fresca. Una manzana en la mochila te puede salir por 400 dólares neozelandeses, más caro que el bocado de Adán.
Este es el vídeo informativo del Ministerio de Industria Primaria que advierte de los requisitos para entrar al país:
Para entrar en el país, tienes que rellenar un documento este documento Este es el documento que tienes que rellenar, en nuestro caso en inglés, pero lo encontré también en español. Por si no habías leído los carteles que están por todo el aeropuerto, te vuelven a recordar la multa instantánea e 400 $ neozelandeses que puedes recibir.
Llevábamos en la mochila avena instantánea de chocolate (ahora he descubierto que también es un objeto sospechoso por si ocultas drogas en tu cuerpo), arroz de Filipinas y unas conchas de recuerdo de las playas de Palawan.
Declaramos que llevábamos comida. Dudé con las conchas y al final no las declaré (suerte tuvimos porque deberíamos haberlo hecho). Al pasar las mochilas por el escáner detectaron la comida e inmediatamente una agente tomó nuestros formularios y nos preguntó si habíamos marcado que llevábamos comida. Les dijimos que sí, entonces ya se relajaron un poco. Tomaron con precaución nuestra bolsa de plástico con el arroz, como si fuera cianuro y se fueron a analizarlo por si contenía algún elemento extraño.
Todo correcto, bienvenidos a Nueva Zelanda.
Consejo: mejor no llevar comida ni productos derivados de plantas o animales y, en todo caso, siempre declararlo y explicar su origen. Son bastante comprensivos si dices la verdad.
1. Control de adunas Estados Unidos
Aeropuerto de Los Ángeles.
Llegamos a Los Ángeles procedentes de Tokio. Solo hacíamos escala para volar a Miami y de allí a Cartagena de Indias (Colombia).
Con diferencia, el peor trato recibido por el personal, malhumorado y paranoico, excesivos en los controles, muy maleducados y muchas veces, absurdos.
Todavía en el túnel del avión, nos estaba esperando una trabajadora de Singapore Airlines para acompañarnos a inmigración, donde nos esperó pacientemente hasta que el policía terminó la entrevista-interrogatorio. Una retahíla de preguntas interminables, en qué trabajas, compañía, tienes casa, como os financiáis, cuánto ganas, etc etc. Y después de responder a todas, por si no hubiese quedado claro, la última pregunta “¿vienes a Estados Unidos a trabajar ilegalmente?” ¡Solo hacíamos escala!
Todo correcto, dejamos de ser considerados alien para los americanos. Bienvenidos a Estados Unidos y adiós.
Consejo: colaborar y pasar lo antes posible el trámite. Responder lo que se espera que respondas, incluso aunque no sea verdad. No llevar ningún dato en el móvil o portátil que evidencie que vas a trabajar allí (si es que vas a hacerlo. Nosotros nos cruzamos a bastantes viajeros que viajaban a Estados Unidos para ganar un dinero allí y seguir viajando).
Hace poco vi en el programa Control de Aduanas una pareja joven de alemanes que no les dejaron entrar en Estados Unidos desde Canadá porque revisaron su portátil y tenían una oferta para trabajar como voluntarios en Workaway.
Gracias a su política paranoica en cuanto a visados, que roza lo irracional, tuvimos que pasar tres días en el aeropuerto de Narita de Japón, pero ese es tema para otro día, los visados.
Mientras tanto ¡a disfrutar viajando!
Esa es una de las preguntas más importantes que siempre me hago cuando emprendo un viaje, especialmente si va a ser un viaje de larga duración. Acudo a Google a buscar información. Busco, comparo, leo miles de opiniones, hago números y al final estoy más confusa que cuando empecé. Y no negaré que alguna vez contraté un seguro de viaje pensando “este mismo, y que sea lo que dios quiera” y “que no lo tenga que utilizar”.
Como finalmente la experiencia de tener que usar un seguro de viaje es lo que más vale, no me entretendré mucho en los seguros que no tuve que utilizar. Si no que lo haré en los que (por desgracia) tuve que utilizar.
Elección del seguro de viaje
Me ha ocurrido muchas veces que después de tener tanta información sobre seguros, empiezo a comparar y fijarme en coberturas que no tienen ningún sentido o podría pasar sin ellas fácilmente, como el envío de objetos olvidados (hoy se puede comprar de casi todo en casi cualquier lugar), la transmisión de mensajes urgentes (si soy capaz de avisar al seguro de que trasmita un mensaje a mi familia, ¿no sería también capaz de ponerme en contacto directamente con ellos?, demora en la entrega del equipaje (puedo vivir si recibo el equipaje unos días más tarde), etc.
Aunque me vuelva loca con todo lo que se ofrece, he llegado a la conclusión de que lo más importante que debe cubrir un seguro de viaje son los gastos médicos, los gastos de repatriación por muerte o accidente y todo lo que conlleva (no querría dejarles a mis familiares el marrón de tener que hacer todos los trámites para devolverme a España con los pies por delante, mejor que se encargue el seguro) y robo de objetos personales (esto depende de lo que lleve).
Tras una larga búsqueda y comparativa de seguros de viaje, estos son los seguros entre los que me debato para hacer la selección final:
FIATC
Casi siempre lo considero como opción. Incluso he ido en varias ocasiones a la oficina física que tienen en mi ciudad, les he preguntado dudas y finalmente nunca he llegado a contratarlo.
PROS
Es un seguro que ofrece bastantes coberturas. La cobertura de gastos médicos es amplia (30.000€ para Europa y países ribereños del Mediterráneo y 60.000€ para el resto del mundo), facilidad de calcular el presupuesto online desde su web (aunque ahora tienes que incluir tu correo electrónico antes de que te lo calculen) y posibilidad de hablar directamente con un agente para consultar dudas.
¿Por qué no lo contraté?
Para el precio que tiene, sin ser el más caro ni el más barato, no destaca por otras ventajas.
Y el peor inconveniente: franquicia de 60€ en gastos médicos, en pérdida de equipaje y en daños por responsabilidad civil. Vamos que si tengo que usarlo, tengo que pagar además un plus.
En conclusión, nunca llegué a contratarlo.
MAPFRE
Este fue un seguro que estuvimos a punto de contratar cuando hicimos nuestro viaje de vuelta al mundo. Después de investigar sobre sus coberturas, fuimos a la oficina a hablar con un agente.
PROS
Red mundial de oficinas, especialmente en Sudamérica.
Buenas coberturas médicas. Sin franquicia. El comercial que nos atendió nos informó muy bien.
¿Por qué no lo contraté?
Porque tiene un listado de países en los que está excluida la cobertura por considerarse zonas peligrosas. En ese listado se encontraba Sri Lanka, país que pensábamos visitar aunque finalmente no lo hicimos. También Afganistán, Papúa Nueva Guinea y Pakistán. Países que algún día me gustaría visitar.
IATI
A pesar de que éste es un seguro que sí hemos contratado, fue de aquellos que lo hice sin estar convencida. Nunca hemos tenido que utilizarlo, así que tampoco podría recomendarlo, pero tanta publicidad en diferentes blogs de viajes sin información objetiva, me hacía dudar de él.
PROS
Información clara y accesible desde la web. Asistencia en español. Sin franquicia.
¿Por qué lo contraté?
Lo he contratado para viajes cortos. Por la comodidad de hacerlo desde la web y porque las coberturas son amplias. Ahora dispone de varias modalidades, incluso uno para viajes tipo mochilero. Dudé mucho de él por el exceso de publicidad y porque leí varias experiencias malas, pero probablemente ahora le daría una segunda oportunidad después de leer esta comparativa.
Y ahora sí, paso a contar NUESTRA EXPERIENCIA.
WORLD NOMADS
Para nuestro viaje de vuelta al mundo que iba a ser algo más de un año, contratamos este seguro.
PROS
Es un seguro con coberturas médicas muy elevadas, y que incluye muchas actividades de aventura. También cubría la indemnización por robo, y fue un punto importante a considerar. Se puede ampliar mientras estás viajando, y eso precisamente necesitábamos nosotros.
CONTRAS
Tiene una franquicia de 70€, que deberás pagar si necesitas hacer uso de él. Hay que tener en cuenta que si contemplas visitar Estados Unidos, el importe total es un poco más alto (hay que indicarlo específicamente al contratarlo). La asistencia es en inglés, pero también disponen de agentes que hablan español y con un inglés medio no deberías tener problema.
¿Por qué lo contraté?
Como ya he comentado, la posibilidad de que se pudiese ampliar durante el viaje, las altas coberturas por robo y gastos médicos fueron los que nos hicieron decantarnos por él. Sin embargo, hoy no creo que tomase la misma decisión. No porque estuviésemos descontentos con su atención, sino porque ahora valoramos de otro modo las coberturas del seguro y quizás nos centraríamos más en un seguro médico.
Nuestra experiencia
En Colombia nos robaron la mochila pequeña con todos los objetos personales más valiosos: dinero, pasaportes, tarjetas de crédito, libreta de vacunas, navaja multiusos, ipad y cámara de fotos. Todo lo importante.
El robo fue dentro de un autobús de media distancia y mediante una técnica muy elaborada que tuvimos que describir en detalle a la policía para poner la denuncia. Todos los detalles son valiosos para que el seguro pueda valorar posteriormente si cubre o no el incidente.
Con la denuncia nos pusimos en contacto a través del correo electrónico con el equipo de World Nomads y nos informaron de todo el procedimiento para realizar el informe. Tuvimos que recopilar facturas y describir bien todo lo que pasó, así como adjuntar la denuncia. Lo hicimos en inglés, aunque nos dijeron que podíamos hacerlo en castellano, y de hecho, ellos nos respondieron en nuestro idioma a algunas consultas. Nos confirmaron en muy poco tiempo que el seguro cubría el incidente, ya que se había producido en un lugar público, y nos confirmaron enseguida que nos abonaron el importe máximo para estos casos y con ello pudimos comprarnos otro ipad y cámara de fotos.
Por suerte, un ciudadano colombiano encontró nuestros pasaportes y tarjetas de crédito junto a un papel con el número de teléfono de urgencias del seguro. El señor llamó a la sede de Worldnomads en Dinamarca para avisar del hallazgo y los del seguro nos avisaron por correo electrónico (lo intentaron también por teléfono). Finalmente pudimos recuperarlos y gracias a la memoria fotográfica de mi pareja también pudieron arrestar a los ladrones y recuperar varios objetos robados a otras personas. En la foto de las cámaras de seguridad uno de los ladrones salía con nuestra mochila al hombro!
La indemnización nos la ingresaron en nuestra cuenta con bastante rapidez.
Ampliación del seguro
Inicialmente contratamos el seguro para once meses, por si visitábamos EEUU, y en ese caso, tener que contratar otra póliza que incluyese este país. Al final no lo visitamos, pero sí que tuvimos que ampliar 40 días el seguro hasta la vuelta a casa. Pudimos hacerlo por internet sin problema.
El importe total del seguro para un año y 12 días fue 764,5€/persona.
OCASO SEGUROS
Después de este largo viaje, decidimos continuar viajando unos meses más y volver a India. Estuvimos en nuestro España 25 días ya provechamos a contratar otro seguro de viaje. Esta vez no pensábamos movernos mucho, y después de la experiencia del robo, sólo nos interesaba que estuviesen cubiertos los gastos médicos. De lo demás, ya nos encargaríamos nosotros.
Había leído en algunos blogs viajeros que existía la posibilidad de contratar un seguro de decesos de OCASO que incluía la asistencia en viaje.
Fuimos a la oficina a consultar a un comercial, pero no estaban acostumbrados a este tipo de pólizas porque les costó un poco hasta que nos aclararon las dudas y se aclararon también ellos.
El tipo de póliza cambiaba si la estancia en el país era mayor o inferior a 90 días. Nosotros teníamos un visado de India de 6 meses, y como no sabíamos cuánto tiempo íbamos a estar allí, pero podría ser más de 90 días, nos ofrecieron el seguro Ocaso Oro Integral. Tienen otro seguro de asistencia en viaje internacional, para vacaciones de menos duración.
El importe total del seguro para un año fue 160€/persona.
El seguro Ocaso Oro Integral, además de las coberturas de servicio de decesos, asistencia personalizada en caso de fallecimiento, traslado, orientación legal, accidente personal y teleasistencia domiciliaria temporal, responsabilidad civil, se incluye la cobertura de asistencia en viaje en España y en el extranjero, si estás de viaje a más de 25km de tu residencia habitual. Cubre 20000€ de gastos médicos en el extranjero y 1800€ en España.
PROS
Es uno de los seguros más baratos y nos ofrece las coberturas básicas de asistencia en viaje, decesos y accidente. La asistencia telefónica es en español y disponen de un número de teléfono gratuito para llamar desde España o a cobro revertido desde el extranjero.
CONTRAS
Tienes que dar con el comercial que sepa del tema y si no, insistir hasta que lo encuentres. Nosotros al principio teníamos varias dudas y recibimos respuestas diferentes. Pero al final n os quedó bastante claro. El seguro que nosotros contratamos debe contratarse para un año. Hay que pagar por adelantado la asistencia médica y después te lo abonan. Al menos así fue en nuestro caso porque no donde estábamos no había un hospital concertado.
Los gastos médicos que cubre son de 20000€, pero consideramos que es un importe suficiente; depende también del país al que se viaje.
Hay muy poca información en la web sobre este seguro. Especialmente de viajeros que hayan tenido que usarlo. Por esa misma razón decidí compartir mi experiencia.
Nuestra experiencia
Era nuestro segundo viaje a India y como la primera vez que estuvimos no tuvimos problemas de salud, pensábamos (o mejor dicho, pensaba) que éramos inmunes a todo.
Así que yo no hice uso de mi sentido común y me enfermé. Bueno, mi pareja sí que lo usó y también se enfermó.
Tuvimos que llamar al seguro para decirles que teníamos diarrea y que nos indicasen a qué hospital acudir. La atención telefónica fue muy fácil y eficaz; enseguida nos tomaron los datos para devolvernos la llamada. Al principio nos pusieron pegas porque pensaban que era una simple diarrea. Hay que tener en cuenta que los gastos médicos que cubren son por enfermedad o accidente graves, por lo que no cubre un simple catarro, o una simple diarrea que tan habituales son India. Les indicamos que era una diarrea grave de larga duración y entonces nos dieron las pautas para recibir asistencia. Nos indicaron que en India no tenían un hospital concertado y podíamos ir a cualquiera. Después teníamos que pedir la factura y el informe médico para su abono.
Como nuestra salud mejoró un poco, decidimos no ir al médico, y cambiar de aires, viajando a la playa, en Goa. Desgraciadamente esa mejoría duró poco tiempo para mí y tuve que acudir al médico. Llamamos al seguro y nos indicaron los hospitales más cercanos. Acudimos a un hospital internacional y tras varias consultas tuvieron que ingresarme. Estuve dos días ingresada y solicité el alta voluntaria porque mi estado de salud empeoraba. Cogimos el primer vuelo que pudimos para volver a España y llegar el día de Nochebuena.
Al día siguiente acudí a urgencias y desde allí me ingresaron directamente en la UCI. Estuve 10 días ingresada en el hospital pero la recuperación fue muy buena.
Solo después de volver sana y salva a casa pensamos en hablar con el seguro. Tras explicarles lo sucedido, nos pidieron que redactásemos un informe que incluyera los informes médicos del hospital de India y de España, así como las facturas de los vuelos, trenes, gastos médicos y farmacéuticos.
Todo esto pudimos hacerlo a través de internet, aunque también había que enviar los documentos originales. Decir que el trámite fue a través de Europ Assistance, que es la empresa que presta los servicios de asistencia del seguro contratado con OCASO.
Tras la evaluación del informe nos abonaron todos los gastos presentados. Incluso nos devolvieron una parte proporcional de la póliza de la asistencia en viaje porque habíamos vuelto a España. Unos meses después volví a viajar a Malasia, China y Japón con el mismo seguro. Por suerte esa vez no tuve que utilizarlo.
Al finalizar el año del seguro lo dimos de baja mediante el envío de un correo electrónico y fax sin problema.
Nuestra experiencia con los seguros de World Nomads y OCASO ORO Integral fue muy buena ya que la asistencia fue correcta es situaciones graves.
Desde nuestro punto de vista, los más importante son los gastos médicos que se cubren y la red asistencial. Si vas a hacer un viaje muy largo también es importante considerar la cobertura por robo.
Y sobre todo...sin ser neurótico, precaución con la comida y el agua cuando estés viajando. Así podrás disfrutar de platos tan ricos con este.