Hoy viajamos hasta Kovalam de la mano de nuestro amigo Ajin.
Allí llegamos huyendo del ruido y de la contaminación de Thiruvananthapuram (Trivandrum para los amigos o para los que no nos atrevemos con tanta letra), la capital de Kerala.
Para situarnos, Kerala es un estado en el suroeste de India, y no me entrentendré en halagos por esta vez, porque ya lo hice con creces en nuestra crónica del viaje, cuando andábamos por allí. Uno de nuestros lugares preferidos de India.

Mientras hoy comienza la jornada reducida en los colegios para los niños españoles, es el comienzo de curso para los niños de Kerala, que vuelven a las aulas después de los meses de vacaciones.
Unos 400.000 niños comienzan el curso en uno de los estados más poblados de la India, pero también con el mayor índice de alfabetización.
Las diferencias que encontremos entre los niños de cada país pueden ser tantas como las similitudes, al fin y al cabo, no dejan de ser niños! Sin embargo, algo que siempre me sorprende mucho de India es la cantidad de gente que encuentras en cualquier sitio, y tantos niños; máxime si lo comparamos con España o Japón.
Aunque hoy queremos darle protagonismo a los niños de la escuela de Kovalam, y especialmente a los niños sin recursos que van a la escuela con la ayuda desinteresada de personas como Ajin. Por eso hoy va el homenaje para ellos y para Ajin y Neethu, que pronto tendrán a su primer hijo y será otro niño más en la escuela de Kovalam.
Y para comer un thali servido en hoja de banana y que se come con las manos.

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